Primeras últimas veces.

Toda la vida he huido

de las últimas veces, 

y siempre he reivindicado mi derecho 

a que sea la penúltima vez que cometo un error. 

Y hoy, después de una ducha de agua fría 

y un jabón que huele a algo mas 

que a un puñado de besos de mierda,

he descubierto que esta es mi primera última vez. 

La primera última vez que confío en unos labios

que hacen algo mas que hablar y tomar café. 

La primera última vez que toco el piano con los dedos

y dejo a un lado el corazón. 

La primera última vez que me dejo llevar por lo que tu quieres

y no por lo que dicta mi pobre corazón. 

Cuantas veces habré dicho nunca mas, 

y siempre he acabado de la mano de mi negación absurda 

y con el destino riéndose a mis espaldas.

He decidido que se acabó volver a repetir

dos veces una última vez. 

Que tus ojos no merecen la pena ser besados con el alma,

si antes me apuñalaste el corazón. 

Y que no debo ansiar besar tus labios

si me has escupido mil veces antes en la dignidad. 

Estoy harta de sufrir dos veces

el mismo rechazo, el mismo dolor, el mismo abandono. 

la misma triste historia de una piel que nunca llegó a rozarme 

y que yo jamás me atreví a besar. 

Y es que, si algo he podido comprobar,

en esta primera última vez que estoy dispuesta a volver a enamorarme de ti,

es que no hay nada mas triste que ser consciente 

de que jamás podrás amar de nuevo a un corazón 

desde aquel que nunca te amó a ti.