De mi para mi.

El problema viene cuando para escapar de mi misma
decido cambiar de look. 

Como si con un corte de pelo 
cortara todas mis heridas de raíz
o con un tinte, desaparecieran las malas hierbas. 

Al menos soy mas yo. 
Menos rubia 
y mas despejada. 

Hace tiempo que no recuerdo quien soy
y un día decidí abandonar a la persona 
con la que vivía aparentemente,
para encontrar otra sonrisa donde dormir. 

Y no, no es tristeza, 
es desesperación. Aburrimiento. 
Me aburro, me aburre ser yo misma
sin serlo. 

Seguramente penséis que soy gilipollas
porque estoy haciendo este intento de poema sobre mi pelo. 
¿Y qué? 
Por primera vez en mucho tiempo creo que soy feliz. 

Feliz. 
Hacía tiempo que no saboreaba la palabra,
letra por letra. 

Supongo que para escribir se ha de estar en una situación
de exaltación y esperpento. 
Porque eso somos los poetas, un esperpento. 

Yo estoy tranquila. 
Y me gustaría explicaros que significa, 
pero no lo se. 

Cuando respiro no me falta ni me sobra aire. 
Ya no se escribir porque ya no estoy triste. 
Y lo triste es retirarse cuando ni si quiera se ha empezado. 

No solo me corté el pelo, 
no solo me hice de fuego, 
me armé de valor, 
y quemé mi monotonía. 
Renací. 

Ese día no solo fui a la peluquería. 
Aunque parezca una tontería, 
ese día fui a hacerme un lavado de sonrisa. 

Ya es hora de cambiar. 
de comerme mis malos recuerdos, 
de tender la tristeza 
y gritar de felicidad sin abrir la boca. 

De sonreír por que si.
Porque ya nos toca ser nosotros. 
Este poema no tiene sentido. 
Cuando lo vuelva a leer dentro de algunos meses, pensaré que no lo tiene

Pero hoy estoy sonriendo, 
y por si lo leo, 
te quiero, 
me quiero, 
nos querremos siempre. 

Comentarios

Entradas populares