Viernes 13.


Cada noche,
desde que te fuiste,
me meto en la bañera antes de acostarme
y me jabono el corazón
para deshacerme de esas manchas de cenizas
que dejas cuando te marchas.

Y lloro debajo de la ducha,
deseando no ser descubierta sumisa
bajo una lluvia de decepciones
de la cual no se si voy a deshacerme
por que me he acostumbrado tanto a tanta costumbre
que no me imagino volver a cruzarme contigo.

¿sería necesario que volvieras a apuñalarme
en la esquina del callejón mas oscuro de todo el cluedo?

Fuiste tantas veces esa ceniza
que se me fue de las manos,
que no puedo imaginarte haciendo otro fuego
que no sea echando el humo
que derrumban mis huesos
como un huracán derriba pilares en Roma.

Y es que si no te empeñaras
en apuñalarme cada viernes trece
desde que nos conocimos,
nunca te habría enamorado
como se enamoran mis lunares
de cada beso que me regalas
cada vez que no me ves.

Comentarios

Entradas populares