Escoger.

Me preguntaste, 
maravillosamente curioso, 
que por qué escogí a la poesía antes que a ti. 
Y no fui capaz de responderte,
y me fui. 

Me fui sonriendo de la manera mas cruel que conozco; 
silenciosamente. 
No fui capaz de contestarte que la poesía es una rayo de luz 
entre los callejones oscuros que albergan mis pulmones 
y mi corazón arquitrabado. 

Que la poesía es mas de lo que la libertad puede expresar, 
la poesía es liberación. 
Es una canción de piano que te sabes de memoria pero que jamás podrías aprender a tocar. 
La poesía es la manera perfecta de confesar qué nos pasó, 
y por qué no fuimos capaz de superarlo. 

La poesía es un ronroneo de un gato callejero, 
que te saluda cariñosamente entre tus piernas 
para luego dejarte ir con un vacío en la sonrisa.

La poesía te alberga entre sus versos, 
te contiene entre sus párrafos. 
Es la única cosa en la vida que permanecerá eterna por siempre. 

Ella te hace ser, te hará eterno. Te haré eterno. 
Así que no te he dejado marchar precisamente, 
te has ido tú, tu presencia nos ha dejado. 
Pero tu esencia sigue sentada a mi lado, 
agarrando mi mano como las ramas del árbol mas vivo 
y mas prohibido del Edén. 

He elegido a la poesía antes que a mi, antes que a ti, antes que a nosotros y antes que a todo aquello que albergaba un futuro. 
La he elegido porque es ella quien se encargará de crearnos,
quien nos inmortalizará por siempre juntos.

La escogí porque no duraremos para siempre en realidad, 
la escogí porque si me quedo con ella, 
tendré tu recuerdo para siempre conmigo.