Distancias marchitas

Y entonces vuelve,
y nunca pensaste que,
después de tanto tiempo,
iba a afectarte como un puñal clavándose 
en cada órgano sensitivo que tiene tu cuerpo. 

Y te afecta, 
y te duele, 
y no puedes parar de comerte el tarro,
deseando que el vuelva para comerte la boca.

Y es que no había mayor poesía,
que su voz a través del teléfono,
que sus sonrisas a través de una pantalla, 
que sus te quieros escritos. 

Por que nunca hizo falta nada mas que las ganas de comeros a versos, 
por que nunca fue suficiente para ninguno con esa distancia de por medio. 
Ojala no se hubiese ido, ojala no lo hubieses dejado ir. 

Ojalá ahora todo fuese tan fácil
como para dejarse llevar por los sentidos 
y aferrarse a todo aquello
que siempre habías querido. 

Ojalá ya no fuese lo suficientemente tarde
como para desistir en el sentimiento mas sincero
que has experimentado en toda tu vida. 

Ojalá este nuevo reencuentro,
no tuviese que ser un adiós tan pronto.

Ojalá no tuvieses que irte ahora, 
que todo es tan fácil
como susurrar un "te he echado de menos"
a pleno pulmón. 

Y es que,
si hubieseis evitado 
que este amor se marchitara tan rápido, 
a lo mejor ahora no tendrías que pensar en el amor tan a la ligera.