Hoja de reclamaciones.

Devuélveme todo el tiempo 
que perdí contando tus lunares
bordeándolos, 
encontrando relación entre ellos 
como constelaciones reconocidas el 12 de Agosto. 

Devuélveme todos los pendientes
que por despiste
o por desgana
dejé entre las sábanas de nuestra habitación.
Esa, nuestra habitación, 
devuélvemela también
y con ella,
todas y cada unas de las risas que me robaste
y jamás me devolviste. 

Tráeme de vuelta, 
todo el tiempo que perdí 
para aprenderme cada gesto de tu cara, 
que de nada me ha servido,
por que ya no te conozco. 

Devuélveme cada ápice de felicidad
que gasté contigo
en un desorden de consciencia 
en el que se me ocurrió pensar 
que dejarse llevar contigo era lo mejor. 

Tráeme de vuelta esas tardes,
haciendo parís del parque, 
toda la hierva arrancada a sangre fría del césped, 
la mediocridad de un bocadillo y un vaso de tus besos,
y un puñado de sueños rotos que se nos fue por el desagüe.

Devuélveme lo que es mio,
devuélveme el tiempo perdido, 
devuélveme las ganas,
devuélveme la sonrisa. 

Y quédate con tus medias tintas, que bastante has tintado a mi corazón, 
tanto que ya no sale del negro,
tanto que está reparándose tan lentamente, 
que he aprovechado para ajustar las cuentas contigo,
y que, al menos,
te responsabilices de pagar los daños que me has causado.