Una maldad a la que agarrarme.

Esta noche he respirado sin pulmones,
me he gritado valientemente
que soy una cobarde
y he salido a correr muerta de miedo.

Me he perdido en un bosque que no existe
mientras te buscaba despistada
con las pestañas pegadas
y con la incertidumbre de no querer abrir los ojos si no voy a verte mas.

Tengo olas en los ojos que no me dejan ver,
un gato en las entrañas que me araña buscando la salida,
el camino de vuelta a tu casa.
La oscuridad de la noche en tu ventana.

Hay un corazón silencioso que me observa
que me grita con las venas pidiéndome ayuda
mientras me marcho asustada,
dejándolo morir en soledad, que cruel fuiste ese día.

He buscado en todos mis cajones,
y te juro que no encuentro mi respiración,
ni la tuya,
que las he perdido, y ahora no me encuentro.

Me he levantado sin fuerzas,
he corrido hacia tu recuerdo,
pero él es mas rápido.
Se ha llevado tu sonrisa, y me ha robado las ganas de vivir.

Qué duro se me está haciendo esto de vivir sin ganas, 
de morir sin tener que hacerlo. 
Que duro se me hace el oscuro de tus ojos sin una maldad a la que agarrarme.